Por: Dr. Gildardo Fco. Zafra de la Rosa.
Se han clasificado en 2 tipos los síndromes de cáncer colorrectal, dependiendo de si se acompañan o no de pólipos. Así, el cáncer colorrectal no polipósico hereditario también llamado síndrome de Lynch, se caracteriza por tener una transmisión mendeliana de tipo autosómico dominante, lo que significa que quien lo presenta, tiene una probabilidad de transmisión a su descendencia de 50%, con una probabilidad de presentación de entre 70 a 80% a una edad promedio de 45 años. Las familias afectadas también tienen riesgo de desarrollar cáncer de ovario, gástrico, intestino delgado y del tracto urinario, así como adenomas con acelerada carcinogénesis.
El cerca del 90% de los casos del síndrome de Lynch, los genes condicionantes son MLH1 y MSH2, el 10% restante se debe a variantes en los genes MSH6, PMS2 y EPCAM. Estos son genes supresores tumorales cuya función es la de reparación del ADN, llevando al desarrollo tumoral cuando sufren de lesiones, mutaciones puntuales o mutilación, especialmente en regiones con alta concentración de citosina y guanina (islasCpG).
Uno de los mecanismos condicionantes que más se han reconocido es el de la inestabilidad de microsatélites, la cual consiste en una acumulación acelerada de mutaciones en la secuencia de ADN, lo cual aumenta la longitud de una de las cadenas, que al ser asimétrica con su homóloga, causa errores en la replicación.
En condiciones normales existe un mecanismo de reparación de secuencias mal apareadas, durante la replicación del ADN, determinado por el gen MMR, que al estar mutado no puede cumplir su función.
De tal manera que, resulta evidente la necesidad de estudiar a familias con diagnóstico del síndrome de Lynch, utilizando diferentes estrategias moleculares.