Emociones que puedes experimentar durante tu tratamiento del cáncer

Emociones que puedes experimentar durante tu tratamiento del cáncer

Llevar un tratamiento de cáncer puede implicar un cambio en tu forma de vivir. A lo largo del proceso pueden presentarse cambios en muchos aspectos, uno de ellos puede ser en tus emociones. Debes saber que cuando uno se enfrenta a un diagnóstico como el cáncer, pasa por un proceso de asimilación y adaptación. Dependiendo de este proceso, es que presentaremos distintas emociones. Esta guía te ayudará conocer lo que puedes llegar a vivir durante tu tratamiento y cómo puedes hacerle frente. 

Es posible que a lo largo del tratamiento de cáncer llegues a experimentar:

Agobio 

Cuando te enteras que tienes cáncer, puedes sentir que tu vida se sale de control. Algo que te puede ayudar es tratar de informarte tanto como puedas acerca de tu cáncer. Pregunta constantemente a tu médico todas tus dudas y no temas decir cuando no entiendas algo. 

Negación 

De inicio, a veces es más fácil pensar que todo está bien, esto es frecuente como reacción inicial, en lo que vamos reuniendo información y asimilando la misma. De momento nos sirve para evitar sentir ciertas emociones con las que no estamos acostumbrados a lidiar. Es importante que entendamos lo que nos está pasando, ya que esto puede ayudar a involucrarnos en la toma de decisiones y a adaptarnos a la situación, utilizando los recursos que tenemos.

Enojo 

A veces el hecho de que estemos enfrentando una situación que no queremos nos puede provocar enfado. No es malo sentir enojo, pero debes tener cuidado que este enojo, al igual que otras emociones, no impida que puedas enfrentar tu proceso. Aprender a entender y expresar el enojo es una habilidad importante en el proceso de cáncer. Si sientes enojo no tienes que aparentar que todo está bien, es válido. Habla con tus familiares y amigos acerca de lo que sientes o pide un consejo a tus médicos. 

Temor o Preocupación 

Es normal que exista cierta incertidumbre, ya que no sabes lo que pasará. La incertidumbre se asocia a preocupaciones y a ansiedad. Es posible que llegues a tener algunos temores durante tu tratamiento. A veces se basan en historias, rumores o información equivocada. La información ayuda a hacerles frente, cuida de dónde sacas la información. Busca fuentes confiables avaladas por tu equipo médico. Haz una lista de la información que deseas y pregúntasela a tu médico. Otra característica de las preocupaciones es que muchas veces van enfocadas hacia el futuro, en cosas que “podrían” suceder. Una habilidad fundamental durante el tratamiento para el cáncer es aprender a enfocarse en el presente. 

Esperanza 

Cuando comienzas a aceptar tu padecimiento, tienes la oportunidad de encontrar un sentido y aprendizaje, y ahí llega la esperanza. 

Estrés 

Desde que tenemos la sospecha de un cáncer y durante todo el proceso, es esperable sentir estrés. Recuerda que el estrés es una respuesta NORMAL que tiene tu cuerpo para enfrentar una situación de “amenaza”. Podríamos describirlo como un estado de “alarma”, que, en un nivel controlado, nos ayuda a enfrentar una situación de peligro. El problema del estrés es cuando se vuelve crónico (es decir, que no haya un periodo de recuperación) o que sea tan elevado que nos impide enfrentar de manera adecuada la amenaza (nos paraliza). El estrés genera una serie de respuestas físicas en tu cuerpo, se secretan algunas hormonas y se activa el sistema nervioso simpático, es por ello que hay una relación entre tu estado de salud física y el estrés emocional.

Ansiedad 

La ansiedad se caracteriza por preocupaciones excesivas, pueden ir acompañadas de síntomas físicos como agitación, dificultad para mantenerse quieto, palpitaciones, sudoración, taquicardia, opresión en el pecho. Puede llevarnos a tener problemas para dormir, disminución del apetito y dificultad para concentrarnos. 

Tristeza y Depresión 

La tristeza es otra emoción esperable y totalmente normal ante un diagnóstico como el cáncer. Este diagnóstico implica pérdidas, por ejemplo, pérdida de la salud, de los roles que tenemos, a veces de las expectativas o planes de vida que tenemos, de nuestra imagen física, etc. Tener tristeza no es malo, ya que nos ayuda a identificar que algo está pasando y por ende, nos ayuda a movilizar nuestros recursos para adaptarnos. Cuando la tristeza se vuelve patológica, es llamada depresión. En la depresión tenemos tristeza todos los días, la mayor parte del día.

 

Es importante saber que este proceso no es lineal, esto quiere decir, que puedes sentir algunos días buenos, y de pronto sentir que regresas y tienes nuevamente emociones que ya no estabas experimentando. Es absolutamente normal. Tus emociones son como un oleaje, ya que pueden ir y venir en cualquier momento. Habla con tu médico y/o psicólogo sobre lo que estás sintiendo para poder brindarte el tratamiento adecuado.

Si eres paciente de Cancer Center Tec 100, acércate a nuestra M. en Psic. Mariana Sierra.

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