RADIOCIRUGÍA en metástasis cerebral

RADIOCIRUGÍA en metástasis cerebral

Por: Dr. Elier Hernández Martinez
Jefe de Radio oncología

Las metástasis cerebrales representan un desafío significativo en el manejo del cáncer, dado que afectan a un porcentaje considerable de pacientes oncológicos. La
creciente supervivencia de estos pacientes, gracias a avances en tratamientos sistémicos, ha llevado a un aumento en la incidencia de metástasis cerebrales,
subrayando la importancia de un diagnóstico temprano para mejorar el pronóstico y las opciones terapéuticas.

En cuanto a los tipos de cáncer que más frecuentemente originan metástasis cerebrales, es importante destacar que los tumores de pulmón, mama, riñón y melanoma son los
más comunes. La resonancia magnética con medio de contraste se establece como el estudio diagnóstico más preciso para detectar estas metástasis, permitiendo una
evaluación detallada del cerebro y la identificación de lesiones metastásicas.

El tratamiento de las metástasis cerebrales puede variar según el estado funcional del paciente, el número de metástasis y la presencia de síntomas neurológicos. La
radiocirugía se presenta como una de las principales opciones para pacientes con buen estado funcional y pocas metástasis. Este enfoque, que ha evolucionado desde la
década de 1950, permite la administración de altas dosis de radiación de manera precisa, minimizando el daño al tejido cerebral sano y evitando los riesgos asociados con la cirugía
tradicional, como hemorragias e infecciones.

El procedimiento de radiocirugía implica una cuidadosa evaluación por parte de un radio cirujano, quien determina la elegibilidad del paciente para este tratamiento y puede
recomendar otras alternativas si es necesario. La precisión es fundamental en este tipo de tratamiento, y se utilizan sistemas de fijación avanzados para garantizar resultados
óptimos.

La respuesta a la radiocirugía suele ser favorable, especialmente en tumores como el melanoma y el cáncer de riñón, que responden bien a este tipo de
tratamiento. Los efectos secundarios son generalmente mínimos, y los resultados se pueden evaluar tanto clínicamente como a través de resonancias magnéticas
contrastadas, aproximadamente tres meses después del tratamiento.

En resumen, el manejo de las metástasis cerebrales requiere un enfoque multidisciplinario, donde el diagnóstico temprano y la selección adecuada del
tratamiento son cruciales para mejorar la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes oncológicos.