Los hábitos tienen mucho que ver con la aparición de este tumor. De hecho, el 90% de los casos se podrían evitar cambiando la alimentación y empezando a practicar ejercicio con regularidad.
Pruebas de detección del cáncer colorrectal
Las pruebas de detección del cáncer colorrectal que se hacen regularmente son una de las armas más poderosas para prevenir este cáncer.
A partir de que las primeras células anormales comienzan a crecer para convertirse en pólipos, suelen transcurrir aproximadamente de 10 a 15 años para que éstas se transformen en cáncer colorrectal. La mayoría de los pólipos se pueden descubrir con pruebas de detección de forma periódica y se pueden extirpar antes de que tengan la oportunidad de convertirse en cáncer. Las pruebas de detección también pueden ayudar a encontrar el cáncer colorrectal en sus etapas iniciales, cuando es pequeño, no se ha propagado y es más fácil de tratar.
Se recomienda comenzar a hacerse las pruebas de detección para el cáncer colorrectal con regularidad a partir de los 45 años. Hay varias opciones diferentes de pruebas de detección. Las personas con un mayor riesgo, como aquellas con fuertes antecedentes familiares de cáncer colorrectal, podrían beneficiarse de iniciar las pruebas de detección a una edad más temprana.
Si tienes antecedentes familiares significativos de cáncer colorrectal o pólipos, consulta con tu médico sobre tu riesgo.
La asesoría genética para revisar tu árbol genealógico médico puede ayudarte a ver qué tan probable es que tengas predisposición a cualquier tipo de cáncer.
En Cancer Center Tec 100, tenemos al genetista Gildardo Francisco Zafra de la Rosa.
Peso corporal, actividad física y alimentación
Es posible que puedas disminuir tu riesgo de cáncer colorrectal al hacerte cargo de algunos de los factores de riesgo que puedes controlar, como por ejemplo tu alimentación y actividad física.
Evitar la obesidad
Según un estudio de la Universidad de California (EE. UU.), a mayor número de células grasas, sobre todo en la zona del abdomen, más leptina segregamos. Y esta hormona dificulta lo que los médicos llaman proceso de muerte celular programada o, lo que es lo mismo, que las células que se mueren sean correctamente reemplazadas por otras nuevas y sanas.
Como resultado de este proceso, tanto los hombres como las mujeres con obesidad abdominal tienen un riesgo un 52% más alto de desarrollar cáncer de colon. Los investigadores también han observado que, una vez desarrollado el tumor, el riesgo de mortalidad es un 30% más alto en las personas con obesidad.
Tomar café
Un estudio realizado por el Instituto Dana-Farber (EE. UU.) ha demostrado que tomar 4 tazas de café al día ayuda tanto a evitar que el cáncer reaparezca una vez ya se ha superado, como a aumentar las posibilidades de curación cuando se sufre. Los investigadores creen que se debe a que la cafeína mejora la resistencia a la insulina, por lo que el organismo necesita menos cantidad de esta sustancia, y esto a su vez reduce la inflamación. Las células cancerígenas crecen mejor en un ambiente de inflamación.
Reducir el azúcar
Uno de los factores que más ha influido en el aumento de casos de cáncer colorrectal en los últimos años es el alto consumo de azúcares refinados: tomamos más de 30 kilos por persona al año. Y es que no solo cuenta el azúcar que añades al café o las infusiones: hay muchísimos productos comerciales que llevan azúcar añadido y que aumentan peligrosamente la cantidad que ingerimos a lo largo del día.
Consumir menos carne y más pescado
- El riesgo sube un 17% si comes mucha carne roja. Consumir 390 g semanales (lo que equivale a dos filetes de ternera) aumenta el riesgo de cáncer de colon, según el American Institute for Cancer Research. La razón es su contenido en grasas saturadas, que favorecen la rápida proliferación de las células del colon.
- Y baja un 43% si consumes pescado azul. Así lo ha cuantificado el Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer. Los omega 3 del pescado azul reducen la inflamación del intestino. Además, elevan tu colesterol bueno, que actúa como antioxidante. Si los niveles son bajos, aumenta el estrés oxidativo y, por lo tanto, la destrucción de las células, lo que puede suponer el comienzo del cáncer.
Aumentar las frutas y verduras
Frutas, verduras, legumbres y cereales integrales son los alimentos más ricos en fibra, de la que deberías tomar 30 g al día. Además, se ha demostrado que:
- La fibra del salvado de trigo es la que más te protege frente a los adenomas (pólipos adenomatosos), que son los precursores del cáncer colorrectal. En concreto, frenan su crecimiento, y justamente al aumentar de tamaño es cuando se vuelven malignos.
- La fibra también contiene butirato, unos ácidos grasos de cadena corta que estimulan las defensas para frenar el tumor.
Usar la bicicleta
Esta recomendación viene avalada por una investigación realizada por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos y el Instituto del Cáncer de Shanghái (China).
- 10 horas semanales. Tras hacer el seguimiento a más de 1.000 personas, los investigadores llegaron a la conclusión de que usar la bicicleta más de 10 horas a la semana reduce a menos de la mitad el riesgo de este tumor.
- Los motivos son tres: los alimentos pasan menos tiempo en el intestino, aumenta la respuesta a la insulina y estimula el sistema inmune. Todo ello previene el cáncer.
Incluir alimentos «protectores»
Aunque la Dieta Mediterránea, en su conjunto, es tu mejor aliado anti-cáncer, hay alimentos que son muy buenos para la salud intestinal:
- Aceite de oliva. Favorece la correcta división celular, evitando la formación de pólipos. Para aprovechar mejor de estos beneficios, el aceite debe ser extra virgen.
- Tomate. Contiene licopeno, un gran antioxidante. Esta sustancia se asimila mejor si lo preparas en salsa con aceite de oliva.
- Ajo. Se ha demostrado que su consumo regular crea un efecto protector en el intestino.
No fumar y controlar el consumo de alcohol
Tabaco: El hábito de fumar por un tiempo prolongado está relacionado con un mayor riesgo de cáncer colorrectal, así como de muchos otros cánceres y con problemas de salud. Dejar de fumar puede contribuir en la reducción de su riesgo de cáncer colorrectal, además de muchos otros tipos de cáncer.
Alcohol: varios estudios han reportado un mayor riesgo de cáncer colorrectal debido a un aumento en el consumo de bebidas alcohólicas, especialmente entre los hombres. Lo mejor es no tomar bebidas con alcohol. Aquellas personas que hagan, deberán no tomar más de una (1) bebida por día para las mujeres y dos (2) bebidas por día para los hombres. Evitar el consumo de alcohol puede que ayude a reducir su riesgo.
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos
Muchos estudios han encontrado que las personas que toman habitualmente aspirina u otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID, por sus siglas en inglés), tales como ibuprofeno y naproxeno, tienen menos riesgo de padecer cáncer colorrectal y pólipos.
Sin embargo, la aspirina y otros NSAID pueden causar efectos secundarios (tal como sangrado debido a la irritación del estómago o úlceras estomacales), y que pueden ser superiores a los beneficios de estos medicamentos en la población general. Por esta razón, la mayoría de los expertos no recomienda tomar NSAID solo para disminuir el riesgo de cáncer colorrectal si tienes un riesgo promedio.
No obstante, algunas personas de entre 50 y 59 años de edad que tienen un elevado riesgo de enfermedades del corazón, pueden beneficiarse de dosis bajas de aspirina y puede que les ofrezca un beneficio adicional de reducir el riesgo de cáncer colorrectal.
Consulta a tu médico antes de comenzar a tomar cualquier medicamento regularmente.