A veces, el cáncer y sus tratamientos debilitan el sistema inmunológico. Cuando éste se debilita, el riesgo de infección aumenta. Debido a esto, las infecciones constituyen una complicación común del cáncer y de sus tratamientos, y determinados tipos de infección pueden poner en peligro la vida si no se detectan y tratan oportunamente.
Si estás recibiendo tratamiento contra el cáncer, tu equipo de profesionales médicos te informará sobre cualquier posible aumento en el riesgo de infección, así como de las medidas que debes llevar a cabo para prevenir las infecciones. Generalmente, este aumento del riesgo es temporal, debido a que el sistema inmunológico se recupera con el tiempo, pero esto varía dependiendo de cada persona.
Si finalizaste tu tratamiento hace algunos años, muy probablemente tu sistema inmunológico ya se recuperó, pero esto depende mucho del tipo de cáncer en cuestión, de los tipos de tratamiento que fueron administrados y de otros problemas de salud que pudieron haber afectado al sistema inmunológico.
Los diferentes tipos de tratamiento contra el cáncer pueden afectar a las personas de maneras distintas, ya que el sistema inmunológico de cada paciente responde y se recupera del tratamiento de manera diferente. Puede que los pacientes que actualmente se encuentren recibiendo tratamiento y aquellos que ya hayan finalizado el suyo, requieran tomar medidas especiales de precaución para prevenir infecciones. Acércate a tu equipo de profesionales médicos para determinar si requieres tomar medidas precautorias adicionales.
Cómo prevenir infecciones en personas con cáncer
- Lávate las manos frecuentemente con jabón y agua tibia antes de comer y antes de tocarte el rostro o membranas mucosas (ojos, nariz, boca, etc.).
- Lávate las manos después de ir al baño, sonarte la nariz, toser o estornudar.
- Lávate las manos después de tocar animales y recolectar o sacar la basura.
- Lávate las manos después de visitar un lugar público o de tocar objetos de otras personas.
- Lleva contigo un desinfectante de manos a base de alcohol para limpiarte las manos cuando estés fuera.
- Usa toallitas de limpieza húmedas para limpiar superficies y cosas que toques, tales como manijas de puertas, teclados de cajeros automáticos o tarjetas de crédito y cualquier objeto que otras personas usen.
- Evita grandes multitudes de personas como en escuelas, viajes, centros comerciales, eventos sociales y reuniones públicas.
- Mantente lejos de cualquier persona que tenga fiebre, gripe u otra infección.
- Si tu equipo de atención médica te dice que tienes un sistema inmunológico debilitado y un riesgo alto de infección, es posible que te recomienden mantenerte alejado de niños.
- Báñate todos los días. Asegúrate de lavarte los pies, las ingles, las axilas y otras áreas húmedas y sudorosas.
- Después de bañarte, examínate para ver si hay enrojecimiento, hinchazón y/o dolor donde cualquier tubo o catéter ingresa a tu cuerpo.
- Cepíllate los dientes con un cepillo suave. Pregunta a tu médico o enfermera si está bien usar hilo dental con cuidado. Mantenlos informados si te sangran las encías. Tu médico o enfermera puede darte un enjuague bucal especial para ayudar a limpiar tu boca. No uses enjuagues bucales a base de alcohol.
- Usa toallitas húmedas para bebés después de ir al baño y cada vez que notes irritación o picazón. Informa a tu médico sobre cualquier sangrado, enrojecimiento o hinchazón (bultos) en esta área.
- No te hagas manicure o pedicure en salones o spas (puedes usar tus propios instrumentos personales y bien limpios en casa). No uses uñas postizas.
- No nades en estanques, lagos, ríos o parques acuáticos.
- No utilices jacuzzis.
- Usa calzado en todo momento; en el hospital, al aire libre y en tu casa. Esto te ayuda a evitar lesiones y gérmenes en los pies.
- Usa una rasuradora eléctrica en lugar de una máquina de afeitar para evitar cortes y raspones. No compartas máquinas de afeitar.
- Si te cortas o raspas la piel, limpia el área inmediatamente con jabón y agua tibia. Cubre el área con una venda limpia para protegerla. Si la venda se humedece o ensucia, limpia el área y coloca una nueva venda. Informa a tu médico si notas enrojecimiento, hinchazón, dolor o sensibilidad.
- Prevén el estreñimiento y el esfuerzo para mover los intestinos tomando la cantidad recomendada de líquido cada día. También puede ser de ayuda hacer ejercicio todos los días. Pregunta a tu médico cuánto líquido debes tomar a diario y si es seguro que hagas ejercicio. Mantenlo informado si tienes problemas intestinales. Las mujeres no deben usar tampones, supositorios o duchas vaginales.
- Usa lubricantes a base de agua durante las relaciones sexuales para evitar lesiones o abrasión de la piel y las membranas mucosas. Usa condones de látex para reducir el riesgo de infecciones de transmisión sexual.
- No guardes flores frescas o plantas vivas en tu habitación.
- No hagas la limpieza del lugar donde tus mascotas hacen del baño. No limpies jaulas de pájaros, cajas de arena para gatos o tanques de peces o tortugas. Que otra persona lo haga por ti.
- No toques el suelo que pueda contener heces de animales o personas.
- No cambies pañales, pero si lo haces, lávate muy bien las manos después de hacerlo.
- Si usas guantes desechables para evitar tocar cosas como el suelo o desechos, lávate las manos después de quitarte los guantes.
- Mantente alejado de todo tipo de agua estancada, por ejemplo, en floreros, vasos para dentadura y jaboneras. Si guardas tu dentadura en una taza, lávala y cambia el agua después de cada uso.
- Usa agua caliente para limpiar tus platos.
- No compartas las toallas de baño ni vasos con otras personas, incluyendo miembros de la familia.
- Mantente alejado de gallineros, cuevas y cualquier otro sitio donde el polvo del suelo se esparza por el aire, tal como sitios de construcción.
Presta atención a los signos y síntomas de infección. Habla con tu médico sobre qué debes observar y qué cosas es necesario que le informes de inmediato.
Seguridad alimentaria para pacientes con cáncer
Se pueden contraer infecciones a través de los alimentos y las bebidas. Por lo tanto, la seguridad alimentaria es muy importante cuando su sistema inmunológico está más débil de lo normal. Habla con tu equipo de atención médica para determinar si necesitas seguir alguna dieta especial durante tu tratamiento. Si eres paciente de Cancer Center Tec 100, acércate a nuestra M. en Nutrición Lorena Espadas.
Lávate las manos antes de manipular cualquier alimento. Asegúrate de que todos los productos cárnicos (pollo, carne de res, etc.) estén cocinados por completo para matar cualquier bacteria que pueda estar presente.
Las frutas y verduras frescas suelen tener gérmenes en el exterior que pueden causar enfermedades. La parte exterior de la fruta (como la piel o la cáscara) muchas veces no se come, pero aún así debes lavarla antes de pelarla. De no ser así, los gérmenes pueden penetrar en la parte que se come cuando cortas o pelas la fruta.
Habla con tu médico o nutriólogo sobre cualquier pregunta o inquietud alimentaria que puedas tener.
Síntomas de infección a los que debes prestar atención.
- Fiebre. Tu médico te indicará qué temperatura debes considerar una fiebre. A veces, este es el único signo de una infección.
- Cualquier área nueva que muestre hinchazón o enrojecimiento.
- Pus o secreción amarillenta que provienen de una herida o de otra parte.
- Tos o dificultad para respirar.
- Dolor abdominal.
- Temblores por escalofríos que pueden ser seguidos de sudoración.
- Ardor o dolor al orinar.
- Dolor de garganta.
- Úlceras o puntos blancos en la boca.
Informa de inmediato a tu doctor si presentas cualquier síntoma de infección.