Genetista de CCT100
El cáncer hereditario de mama y ovario pertenece al grupo de los síndromes de predisposición a cáncer, ocasionados por mutaciones en genes encargados de la integridad genómica, debidas a mutaciones en las vías de reparación del ADN, produciendo inestabilidad genómica.
Al menos el 25% de las pacientes con cáncer hereditario de mama y ovario tienen mutaciones germinales en BRCA1 y BRCA2. En la base de datos del Breast Cancer Information Core de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos de Norteamérica, se han identificado más de mil variantes patogénicas en estos genes, lo que indica la necesidad de hacer estudios completos de secuenciación en lugar de hacer pruebas de sitios específicos, basados en las frecuencias que presentan ciertas poblaciones.
Se sabe que el mecanismo de las variantes registradas actúa cambiando en dos formas: 1/ cambiando el marco de lectura del ADN, a través de deleciones o inserciones de nucleótidos, lo que produce un corrimiento del marco, generando proteínas anormales, o bien 2/ produciendo mutaciones sin sentido, en la cual una tripleta alterada codifica para un codon de paro, lo cual conduce a la formación de proteínas truncadas.
Dado que los genes BRCA son tumor-supresor, su función es reparar el ADN dañado, haciéndolo a través del mecanismo de recombinación homóloga, toda vez que se trata de rupturas de doble cadena del ADN, se acompaña de complejos mecanismos moleculares, en los que participan PCNA, Rad50/51 y BRCA2, formando un conjunto de proteínas cooperadoras que orquestan el proceso de reparación de rupturas de doble cadena.
Como en muchos otros ejemplos, la variabilidad genética en los diferentes tipos de cánceres hereditarios, el de mama y ovario, no solo tiene una causa, se ha comprobado que también se asocia con mutaciones germinales en los genes PTEN y en TP53. Confiriendo además riesgo para cánceres de páncreas, estómago, laringe, trompas de Falopio y de próstata.