Normalmente, las plantas medicinales se utilizan para curar enfermedades menores, como tos o gripe. Sin embargo, en los últimos años, han comenzado a utilizarse en el tratamiento contra el cáncer.
No decimos que deben utilizarse como único tratamiento, pero sí son beneficiosas para mantener mejor la salud del paciente. Estas plantas ayudan a combatir otras enfermedades o a mantener óptimo el sistema inmunológico.
Problemas con el uso de plantas medicinales
Como se ha mencionado, estos tratamientos son de apoyo, no deben tomarse como único tratamiento.
Actualmente es muy popular la medicina alternativa, pero, al tratarse de enfermedades tan graves, no podemos tomar el tema a la ligera.
Uno de los mayores problemas es que no se tiene control ni revisión. Cuando se lleva un tratamiento de radioterapia o quimioterapia, se cuenta con la supervisión de un médico oncológico.
Esta falta de supervisión ocasiona que el paciente no pueda saber si han disminuido las células cancerígenas o si se ha extendido el tumor.
Otro factor es que cada cuerpo reacciona distinto. Algunas plantas pueden provocar alergias, por lo que podrían tener un efecto negativo en el organismo.
Por último, no se ha comprobado si el uso total de plantas medicinales elimine el cáncer. Lo que es cierto es que pueden quitar la ansiedad o estrés, quitar el insomnio, entre otras molestias.
Si usted o un familiar pasa por un tratamiento de cáncer, consulte a su oncólogo sobre el uso de plantas medicinales.