Hay diversos alimentos y bebidas que un paciente con cáncer debe de evitar durante su tratamiento, ya que pueden interferir con este mismo. Sobre todo, los productos herbolarios o plantas medicinales con altas concentraciones de ciertas sustancias.
Es muy importante consultar a un oncólogo sobre qué alimentos debes y no debes comer durante el tratamiento.
No todas las plantas son inocuas. Algunas de ellas, al combinarse con los tratamientos contra el cáncer, pueden hacer que éstos pierdan eficacia o potencialicen su toxicidad.
Plantas medicinales que debes evitar
El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos advierte ante algunas creencias de que tomar infusiones de determinadas plantas o suplementos basados en hierbas ayuda a curar el cáncer cuando en realidad, afirma, no existen estudios científicos que demuestren este poder curativo.
Estas son algunas de las plantas medicinales que, como infusión o como complemento alimenticio, no es recomendable consumir durante los tratamientos contra el cáncer:
- Castaño de Indias: para problemas circulatorios, entre otros usos, interfiere con antiácidos y antiulcerosos utilizados para contrarrestar algunos efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer.
- Hierba de San Juan: utilizada como antidepresivo y asociada con algunos quimioterápicos como la capecitabina oral incrementa mucho la toxicidad de estos.
- Ginseng: un aliado contra el cansancio, interfiere en los tratamientos hormonales contra el cáncer.
- Aceite de onagra o prímula: usado como regulador del sistema hormonal interactúa con los antiepilépticos.
- Productos de herbolario estimulantes o sedantes pueden interactuar con hipnóticos y ansiolíticos.
- Productos de herbolario para adelgazar: deben evitarse durante la quimioterapia ante el riesgo de potenciar efectos adversos graves e interferir en el efecto de estos fármacos y de otros utilizados simultáneamente.
Alimentos y bebidas que debes evitar
- Antioxidantes: aunque son seguros mientras se están en tratamiento de radio o quimioterapia, sí deben evitarse en cantidades excesivas fuera de la prescripción médica ya que podrían reparar el daño inducido en las células cancerosas por dichos tratamientos.
- Alimentos ricos en vitamina K: coles, verduras de hoja verde, suplementos con jengibre y aguacate que pueden interponerse en la acción de los anticoagulantes orales y favorecer el sangrado o la trombosis.
- Alcohol: interactúa con antidepresivos, sedantes, opiáceos como morfina, además de dificultar la eliminación hepática de determinados medicamentos durante la quimioterapia.
- Soja: no consumir suplementos de soja (pastillas), especialmente con taxanos y con hormonoterapia, empleada en el tratamiento de cánceres de mama hormonodependientes. En forma de brotes o en productos enriquecidos (leche, yogur…) parece no interferir.
- Alimentos ricos en cafeína: pueden ocasionar efectos adversos con anticoagulantes orales y excitantes.
- Jugo de naranja: no consumir con antiácidos que contengan aluminio, ni con antibióticos.
- Jugo de uva: consumo moderado con determinados quimioterápicos como paclitaxel o vincristina.
- Jugo de toronja: afecta a la concentración en sangre de ciertos quimioterápicos y su eliminación, por lo que puede aumentar la toxicidad.
- Leche y derivados lácteos: interactúa con la absorción de la quimioterapia oral que debe ingerirse con agua templada o fría ya que las bebidas calientes pueden neutralizar el efecto de los fármacos.
- Regaliz: puede interferir con los fármacos administrados a tumores hormonodependientes.
- Dieta rica en grasas: aumenta el daño renal de determinados antiinflamatorios utilizados contra efectos de los tratamientos oncológicos o del propio cáncer como el dolor, la fiebre o la inflamación.
Es importante consultar al oncólogo el tipo de alimentación más adecuada mientras se sigue un tratamiento tanto contra el propio cáncer, como para paliar los efectos secundarios. Beber agua de forma regular ayuda a eliminar la toxicidad de fármacos quimioterápicos.