La importancia de los grupos de apoyo en el tratamiento del cáncer infantil.

La importancia de los grupos de apoyo en el tratamiento del cáncer infantil.

Entrevista con Agüic Rodríguez, mamá de paciente con cáncer infantil

“Cuando nos dieron el diagnóstico entré en un estado de pánico, quería proteger a mi hija de todo. En lugar de ayudar, llevó a mi pequeña a una depresión que nos hizo entender que tanto ella como nosotros necesitábamos ayuda”. Son palabras de Agüic Rodríguez, mamá de Sofi, una pequeña que fue diagnosticada con leucemia linfoblástica.

Ante el diagnóstico de cualquier tipo de cáncer infantil, Agüic señala que los grupos de apoyo son muy importantes. “Buscar ayuda de los profesionales, la familia y otras personas que están viviendo lo mismo que tú cambia la forma en que nos enfrentamos a la enfermedad.”

“Sofi comenzó su tratamiento cuando tenía tres años y fue un escenario muy complejo, pues al ser tan pequeña no entendía muchas cosas. Afortunadamente una muy buena psicóloga nos ayudó a guiarla y acompañarla en este proceso, nos apoyó para que Sofi fuera más colaborativa y le hizo entender poco a poco cuáles serían los cambios en su cuerpo. Sin duda alguna el apoyo psicológico fue fundamental para nosotros y para nuestra pequeña”.

Cuando el paciente es apenas un niño, las decisiones en torno al tratamiento son responsabilidad de los padres. Son situaciones difíciles que pueden generar momentos de crisis que, en lugar de apoyar al paciente tienen un efecto contrario.

“Como papás no estamos solos, es desgastante intentar hacerlo sin ayuda. Debemos apoyarnos en la familia y aceptar que cada uno tiene su forma de colaborar; saberse acompañado es fundamental para estar mejor emocionalmente y ayudar a los pequeños cuando necesitan de ti. Al final el que está tomando los tratamientos, sintiendo las molestias y enfrentando la enfermedad directamente es el pequeño y necesita soporte, cariño y comprensión de su familia”.

“Estamos muy agradecidos con Cancer Center porque nos apoyaron de inicio a fin, desde temas como el seguro de gastos médicos mayores hasta el hecho de que a mi hija jamás le faltó un medicamento. Además de encontrar un soporte en los médicos y personal del lugar, nos volvimos muy cercanos con otras personas que estaban pasando por lo mismo. Esto nos abrió un panorama de opciones que poco a poco nos liberó del estrés que conlleva un diagnóstico de cáncer infantil”.

En noviembre de 2019 Sofi fue dada de alta. “Estamos en etapa de remisión. El primer año estuvieron revisándola cada mes y ahora cada tres meses. Así será algunos años más, pero mi pequeña guerrera la libró a pesar de todas las complicaciones. Ella es muy feliz ama su cabello largo y le gusta tenerlo suelto todo el tiempo”.

¡Ayúdate y acepta ayuda de los demás! EN CANCER ESTAMOS LISTOS PARA APOYARTE, CONTÁCTANOS.