TOXICIDAD CUTÁNEA DE LA RADIOTERAPIA EN CÁNCER DE  MAMA Y SU IMPACTO EN LA CALIDAD DE VIDA

TOXICIDAD CUTÁNEA DE LA RADIOTERAPIA EN CÁNCER DE MAMA Y SU IMPACTO EN LA CALIDAD DE VIDA

Por: Dra. Atenea Sisy Domínguez López
Radio oncólogo
Residente Alta Especialidad Cuidados Paliativos
CCT100
Actualmente la Radioterapia sigue siendo una piedra angular en el tratamiento del cáncer de mama, particularmente tras la cirugía conservadora. Entre sus efectos adversos más relevantes podemos identificar la toxicidad cutánea denominada Radiodermatitis la cual puede presentarse hasta en un 60% de los casos y puede variar desde eritema leve hasta descamación húmeda y acompañarse de dolor, con impacto directo en la tolerancia al tratamiento y la percepción de bienestar de las pacientes. La elección del esquema de fraccionamiento de dosis en cada caso clínico tiene un impacto directo en la magnitud de estos eventos. Aunque la mayoría de los casos son autolimitados, hasta un 20 – 30% pueden alcanzar grados moderados o severos en esquemas convencionales, afectando la adherencia terapéutica.

 

Actualmente el hipofraccionamiento se ha establecido como el estándar de tratamiento adyuvante con equivalente control tumoral que el normofraccionamiento. El hipofraccionamiento conlleva menor toxicidad financiera y mejor calidad de vida en las pacientes sometidas a este tratamiento, debido a que menos sesiones produce menos ansiedad, mayor autonomía y retorno precoz a la vida cotidiana de nuestras pacientes. Ensayos clínicos y series multicéntricas recientes demuestran consistentemente una menor incidencia de toxicidad cutánea ≥ grado 2 en comparación con la fraccionación convencional, manteniendo resultados oncológicos equivalentes. Este beneficio no solo se traduce en una piel con menor compromiso o menor toxicidad, sino también en una reducción significativa de consultas no programadas, interrupciones del tratamiento y, sobre todo, en mejorías objetivas en calidad de vida.

Reducir la incidencia y severidad de toxicidad cutánea impacta directamente en la experiencia de las pacientes. La radiodermatitis puede ser dolorosa y al ser visible puede afectar la autoimagen, la funcionalidad diaria y la adherencia al tratamiento. Ensayos como FAST-Forward han mostrado que el hipofraccionamiento no solo mantiene la eficacia oncológica, sino que además mejora parámetros de bienestar, al disminuir el malestar cutáneo, reducir visitas hospitalarias y facilitar una reintegración más temprana a la vida cotidiana. En un contexto en que la Radio oncología busca equilibrar eficacia y tolerancia, estas consideraciones se vuelven centrales en la toma de decisiones terapéuticas.

La toxicidad cutánea no debe entenderse como un efecto secundario únicamente , sino como un factor determinante en la experiencia terapéutica de nuestras pacientes por lo que incorporar un enfoque en beneficio de la Calidad de Vida en el abordaje de los síntomas que viven nuestras pacientes con cáncer de mama durante su tratamiento de radioterapia permite garantizar no solo eficacia oncológica, sino también comodidad y sostenibilidad del tratamiento en la práctica clínica diaria, este enfoque integra el abordaje desde Nutrición, Psicooncología, la clínica de control de síntomas y calidad de vida, así como un acompañamiento estrecho de las pacientes desde su ingreso a Cancer Center Tec 100, su proceso administrativo, y su tratamiento día a día, esto a cargo de un equipo multidisciplinario, que desde su ingreso y toma de signos vitales realiza un abordaje clínico y terapéutico , aunada a la ardua labor de los Técnicos en Radioterapia que garantizan la reproducibilidad y exactitud de los tratamientos de Radioterapia donde en conjunto Físico y Radio oncólogos convergen sus conocimientos para la planeación de cada tratamiento, y al final , al tocar la campana la experiencia de un tratamiento de Radioterapia reafirma el trabajo en equipo encaminado a lograr la menor toxicidad posible.

Enfocarnos en llevar a cabo tratamientos oncológicos humanizados y con enfoque en Calidad de vida es un componente indispensable en la atención oncológica integral. Estas prácticas permiten una evaluación sistemática de la toxicidad, un manejo temprano de la radiodermatitis y un acompañamiento continuo que aborda no sólo la dimensión física, sino también la emocional y funcional de las pacientes. Al integrar escalas de calidad de vida, intervenciones educativas y medidas preventivas (como el cuidado proactivo de la piel), el seguimiento clínico, aunado a las recomendaciones y medidas higiénico dietéticas durante este proceso , así como el uso de distintas cremas encaminadas a la prevención y tratamiento de la radiodermitis, logra optimizar la experiencia del tratamiento, reducir la ansiedad y favorecer la adherencia terapéutica de cada paciente.

Bibliografía: